Escuela positivista (Siglo XIX)
Durante el siglo XIX
las ciencias naturales en los estudios filosóficos alcanzaron un gran
crecimiento, el cual las logró hacerse notar en todas las disciplinas de la
ciencias: el derecho, la psiquiatría, la criminología y la psicología, trayendo
como consecuencia el surgimiento del positivismo, tuvo un impacto muy fuerte en
el campo científico y claro, la búsqueda del conocimiento comprobable y valido
también influyó en gran cantidad, como se ha comentado anteriormente en la
criminología, el derecho penal y la política criminal, Elberth nos menciona que
el positivismo está totalmente relacionado con la búsqueda metódica sustentada
en lo experimental, es decir, no aceptaba nociones de que no pudiesen ser demostradas
de manera material por medio de experimentos reproducibles, ya que dejaban de
ser científicas. El positivismo era visto como un pensamiento progresista con
el fin de sacar al mundo de la ignorancia, es decir, el hombre y la ciencia
serían totalmente capaces de superar cualquier obstáculo que se le presentara
incluyendo a la propia naturaleza.
El positivismo se
dedica únicamente al estudio de lo real, por ello negaron valor científico a lo
absoluto y a lo metafísico, pero, sin negar su existencia.
Pensadores y representantes más importantes de la
Escuela Positiva:
Augusto Comte
(1798-1857)
Nació en el año 1798 en
Montpellier y falleció en París en el año 1857.
Filósofo.
Llamado el padre del
positivismo, a causa de sus investigaciones nació el interés por realizar la
clasificación de las ciencias, toman postulados de las ciencias naturales y
pretenden trasladarlos al derecho penal.
Aporte:
Clasificación de las
ciencias naturales y padre del positivismo.
Césare Lombroso (1836-1909)
Criminólogo italiano.
Fundador del
positivismo biológico, desarrolla la teoría de “El hombre criminal”, pertenecía
a la escuela de Antropología Criminal y crea el concepto de “criminal atávico”,
el cual afirmaba que el delincuente podía ser reconocido por sus rasgos físicos.
Aporte:
Fue nombrado fundador de la criminología científica. (ecured)
Enrico Ferri (1856-1929)
Famoso abogado
inclinado hacia el fascismo, jurista italiano.
Nació el 25 de febrero
del año 1856 en San Benedetto Po, Mantua y falleció el 12 de abril de 1929.
Desde que inició sus
estudios estuvo en contra de la Escuela Clásica y el pensamiento del derecho
penal liberal. Afirmaba que el ser humano no poseía control propio de su
conducta, sino que esta se daba por medio de otros factores que de alguna u
otra forma en algún momento desencadenarían un delito. Ferri elaboró la “Ley de
saturación”, en búsqueda de la formulación de los factores que determinaban la
conducta.
Aporte:
Elaboró la “Ley de saturación”.
Así como en un volumen
de agua a igual temperatura se disuelve una cantidad determinada de sustancia
química, ni un átomo más, ni un átono menos, en un medio socialmente
determinado con condiciones individuales y psíquicas dadas, se comete un número
determinado de delitos, ni uno más ni uno menos. Lacayo (s.f).
Basados en esta
información, cada año la criminalidad se relacionaría con aspectos congénitos e
impulsos del individuo, cabe destacar que también se cuestionaba el medio
social, las condiciones y la cantidad de delitos por cometer ya que de alguna u
otra manera la Ley de saturación era un supuesto formulado de manera ambigua.
Ferri establecía que
los castigos eran ineficaces, de esa manera propuso una gran cantidad de
medidas de reforma social con el fin de lograr la prevención.
Ferri explica el enfoque del positivismo de la
siguiente manera:
Ferri (1887), dice que:
La escuela positiva
consiste en lo siguiente: estudiar al delito, primero en su génesis natural, y
después en sus efectos jurídicos, para adaptar jurídicamente diversos remedios
a las varias causas que lo producen los que, en consecuencia, serán eficaces. Lacayo (s.f).
En otro momento Ferri
(1933) nos explica:
La escuela criminal
positiva no consiste únicamente, en el estudio antropológico del criminal, pues
constituye una renovación completa, un cambio radical de método científico en
el estudio de la patología socio-criminal, y de los que hay de más eficaz entre
los remedios sociales y jurídico que nos ofrece. La ciencia de los delitos y de las penas era
una exposición doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de
la fantasía lógica; la escuela ha hecho de ello una ciencia de observación
positiva, que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística
criminal, el derecho penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la
ciencia sintética, que él mismo, la llamo sociología criminal, y así esta
ciencia, aplicando el método positivo al estudio del delito, del delincuente y
del medio, no hace otra cosa que llevar a la ciencia criminal clásica el soplo
vivificador de las últimas e irrefragables conquistas hechas por la ciencia del
hombre y de la sociedad, renovada por las doctrinas evolucionistas. Lacayo (s.f).
Para Lombroso el
criminal es atávico y el delincuente es un loco epiléptico, pero Ferri modifica
la doctrina estimando que la conducta humana sí proviene de rasgos hereditarios,
pero que, hay que tomar en cuenta que para que esos instintos salvajes salgan
se deben poner en práctica y que están controlados por el medio ambiente, sin
embargo, llegan a la misma conclusión de que igualmente son causas sociológicas.
Garófalo un juez
totalmente distinto a Ferri en cuanto a carácter, sin embargo, apoyaban muchas
teorías acerca de la criminología y posiciones políticas que coincidían entre
s, llegando a intercambiar y compartir actividades científicas y políticas,
tomando Garófalo el puesto de sistematizador del ideario y programa
positivista. En el año 1885 publicó “Criminología”, haciendo referencia al tema
histórico del nacimiento de tal disciplina.
Estando seguro de que
el delito es consecuencia de anormalidades psicológicas o morales hereditarias,
afirmó que todos los delitos que se cometen son totalmente distintos en las
diferentes partes del mundo donde suceden, las conductas delictivas que siempre
permanecen son: homicidio, violación y robo, llegando a la conclusión de que el
positivismo no podía definir solamente al delincuente, sino, que además de eso
tenía que dedicarse a describir o bien, definir el delito por medio de una idea
propia y universal.
Elbert (2001:56) “Los
delitos universales serían, para Garófalo, aquellos que provocan un reproche
universal, lesionando reglas que facilitan la vida social”. Lacayo (s.f).
Garófalo planteó formar
dos códigos penales, uno para los delitos universales y otro las necesidades de
cada país, además de establecer una división para los delincuentes, al igual
que Lombroso y Ferri, sin embargo, estaba basada en parámetros muy complejos de
diferenciar, tomando en cuenta que lo único que lograba compartir con la
sociología de Ferri y la antropología de Lombroso era la idea de “La Defensa
Social como Fundamento de la política criminal”.
Postulados fundamentales de la Escuela Positivista:
El método:
El pensamiento científico
debe descansar en la experiencia y en la observación, de lo contrario no darían
como resultado conclusiones exactas. Se supone que el positivismo surgió como
resultado de un crecimiento en las ciencias naturales, es casi lógico que esto
haya sucedido por estar caracterizado por sus métodos inductivos de indagación
científica.
La
escuela positiva aplica a la investigación de la criminalidad el método
inductivoexperimental. Lo que justifica su aplicación a la ciencia penal, según
Ferri, es la idea de que todas las ciencias tienen una misma naturaleza y un
idéntico objeto, el estudio de la naturaleza y el descubrimiento de sus leyes,
para beneficio de la humanidad. Lacayo
(s.f).
El derecho:
Producto social, hace
necesaria la investigación de su origen, además de prohibir el dar información
distinta a la de las fuentes legislativas.
El derecho penal:
Producto social,
originario de la vida asociad, la defensa social es la causa de la justicia
penal, es decir, la defensa de la paz y la seguridad de la vida de los
ciudadanos para que lleven una vida ordenada.
Los campos que estudia
son:
Ø
El
delito.
Ø
El
delincuente.
Ø
La
sanción.
Ø
El
juicio.
El delito se contempla
en el aspecto real.
El delito:
Es tanto un fenómeno
jurídico como un ente táctico. Debe contemplarse ambos aspectos, pues uno y
otro, si no se integran, resultan insuficientes. Ferri constituyó su clasificación
de los delincuentes (nato, loco, habitual, ocasional y pasional). Lacayo (s.f).
La sanción:
Asegura la defensa
social y cumple una función preventiva. Ésta no se debe de adaptar solamente a
la gravedad e intensidad del delito, sino, que también a la peligrosidad del
delincuente, hasta que el recluso vuelva a su vida libre.
Coincidencias:
1. El delincuente es el verdadero punto de investigación,
el delito sólo mide su peligrosidad.
2. La sanción penal debe estar sujeta al nivel de peligro
del delincuente y no a la gravedad objetiva que nos brinda la información.
3. El método es el inductivo, experimental (todo debe de
comprobarse de manera material).
4. Toda persona que viole o al menos intente violar la
ley, debe recibir una sanción, en su orden respectivo.
5. La pena posee una eficacia muy restringida, es decir,
importa más mantener el orden y la seguridad que aplicar la pena misma.
6. El juez tiene el poder para definir el nivel del acto
delictuoso y así mismo aplicar la pena adecuada para el caso.
7. La pena tiene como fin lograr que los infractores
hagan conciencia de sus actos, se readapten a la vida social y reconozcan sus
errores.
Los fines de todas
estas escuelas provenientes de la criminología, es lograr dar a entender la
evolución y el crecimiento que ha sobrellevado esta gran ciencia con el pasar
de los años, logrando llevar a cabo poco a poco la prevención del delito, sus
factores y sus protagonistas, logrando así tener una gran seguridad ciudadana,
para que vivan en soberanía libres de los malos.
Bibliografía:
Lacayo,E.(s.f).fundamentos de criminologia.
Víctor M, María E, Cristian O y Estrella M (2018).redacción de buscabiografias.com. Recuperado
de: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/8686/Enrico%20Ferri
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